Todos los conductores sabemos en mayor o menor medida los peligros de conducir con lluvia. Pero la
agencia EFE nos dio el pasado 23 de Octubre un dato espeluznante: “Sábado negro
y lluvioso en Madrid con 189 accidentes de tráfico”. Y es que, conducir con
lluvia, hace que tengamos que extremar las precauciones en la carretera, no
sólo cuando conducimos bajo “lluvias torrenciales” sino también cuando
comienzan a caer las primeras gotas de agua ya que el polvo de la carretera,
los aceites de los vehículos y las primeras gotas de agua, hacen de la
carretera un caldo de cultivo muy propicio para que nuestro vehículo se deslice
con mucha facilidad y así, aumentar las posibilidades de perder el control del
mismo.
Las autoridades aconsejan dejar nuestros vehículos aparcados y utilizar el
transporte público. Pero esto no siempre resulta posible. Es por ello, que
desde Pequevial hemos pensado en escribir este post para poder darte algunos consejos para una conducción segura:
VERÁS cómo después de leer estos
consejos, serás más consciente de tu conducción:
Visible: Las luces siempre te ayudarán a ser más
visible. Si la lluvia es intensa, enciende las luces antiniebla trasera.
Extrema las precauciones cuando vayas a adelantar,
especialmente a autobuses y camiones. Además, evita los movimientos violentos y
frenazos.
Reduce la velocidad y aumenta la distancia de
seguridad: la capacidad de frenada de un coche sobre un pavimento mojado es muy
diferente al firme seco: en caso de frenazo brusco, el coche necesita más
espacio para detenerse de forma segura.
Aquaplaning: es un efecto que se produce cuando los
neumáticos son incapaces de evacuar el agua que hay en la calzada y provoca que
el coche se deslice por el agua situada entre el neumático y la carretera. ¿Qué
hacemos si nos ocurre esto? Lo primero que tenemos que hacer es reducir la
velocidad o frenar antes de llegar al charco pero ¡NUNCA FRENES cuando ya estés encima! Levanta el pie del
acelerador y sujeta el volante con firmeza. No intentes cambiar la trayectoria
del vehículo hasta que no sientas que el coche ha vuelto a hacer contacto con
el suelo.
Sigue la huella del coche que circula delante de ti
ya que las ruedas secan la calzada y la marca que deja el coche que te precede
estará más seca que la carretera.
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