miércoles, 23 de marzo de 2011

Ningún niño sin sillita

Desde 2008 FUNDACIÓN MAPFRE y Ford trabajan conjuntamente para promocionar y fomentar la seguridad vial infantil a través de distintas acciones.



Dentro de este acuerdo de colaboración se enmarca la campaña conjunta que han puesto en marcha ambas entidades y que está dirigida a facilitar a los clientes de los talleres de la Red Ford, sillas infantiles homologadas, preparadas para transportar niños desde los 9 a los 36 kilos.



Los resultados de esta iniciativa han sido excelentes. Desde que empezó a funcionar la primera campaña, los cerca de 140 concesionarios de la Red Ford han distribuido más de 33.200 sillitas entre sus clientes. Por este motivo, y bajo el lema “La seguridad infantil no tiene precio”, ambas entidades inician ahora una nueva campaña para continuar incentivando y promoviendo la instalación de estos dispositivos de retención infantil, así el correcto uso de los mismos. De esta manera ponen a disposición de los padres una silla infantil homologada con coste 0, ya que, al igual que en la anterior campaña, el importe de su adquisición (65 euros) será devuelto en las sucesivas revisiones mecánicas que se produzcan en los talleres de la Red Ford.



Esta iniciativa no se limita a los vehículos de la marca Ford, sino que está abierta a cualquier modelo de cualquier marca que se someta a alguna intervención mecánica en los talleres de la Red Ford.



La seguridad, una prioridad



Desde sus inicios, hace ya más de un siglo, la seguridad tanto activa como pasiva es uno de los pilares básicos de Ford. Así, todos los aspectos de un nuevo modelo, desde el mismo momento del diseño del mismo, son evaluados desde el punto de vista de la seguridad. Esto permite superar los elevados niveles de seguridad que exige la severa normativa interna de Ford, y por lo tanto, los ensayos establecidos por las normativas internacionales.



En este sentido, la llegada de la nueva gama Ford C-MAX ha supuesto un paso más en materia de seguridad, no sólo para Ford sino también para el segmento de los monovolúmenes compactos, ya que introduce una serie de avanzadas novedades tecnológicas en su equipamiento tradicionalmente propias de segmentos superiores.



Así, por ejemplo, presenta la función Power Child Locks o seguros de puertas para niños activados electrónicamente, que permite que el conductor active o desactive electrónicamente los cierres de puerta infantiles a través de un interruptor simple ubicado en el panel de la puerta del conductor, que también controla la función de desactivación de la ventanilla eléctrica trasera. Los cierres se desconectan de forma automática en caso de accidente, y comparado con los cierres mecánicos convencionales para niños, que son más engorrosos de usar, el sistema electrónico fomenta su uso más frecuente por parte de los conductores, mejorando así la seguridad para los niños que viajen en los asientos traseros.



Además, la versión siete plazas Grand C-MAX incorpora el nuevo sistema Rear Seat Beltminder o recordatorio de cinturones de seguridad traseros, que alerta al conductor si alguno de los pasajeros de la segunda o tercera fila de asientos no tienen sus cinturones correctamente abrochados. El conductor recibe un aviso visual en el panel de instrumentos, junto con un pitido audible. El sistema también ofrece señales de aviso si se desabrocha un cinturón de seguridad durante el viaje. Esta función es especialmente valiosa si hay niños pequeños viajando en el coche.



En la misma línea, todos los asientos traseros montan cinturones de seguridad de tres puntos en el C-MAX y en el Grand C-MAX, mientras que la pareja de asientos exteriores de la segunda fila están preparados para anclajes ISOFIX en ambos modelos. Una vez más estos avances en seguridad están avalados por las pruebas independientes Euro NCAP, donde la nueva gama Ford C-MAX acaba de obtener la máxima valoración posible que otorga el ensayo: las cinco estrellas en seguridad.

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